
Endeudada hasta las cejas
Dibujo rápido que subo sin dejar ni un minuto en reposo, pero si espero no lo hago.
Nada en propiedad, todo prestado.
Endeudada hasta las cejas.
Tendré que pagar por mí
conmigo misma,
dar mi vida por la vida.
Así están las cosas:
el corazón, a devolver,
el hígado, a devolver,
y cada dedo también.
Es tarde para romper los términos del acuerdo.
Me van a arrancar las deudas
arrancándome la piel.
Camino por el mundo
entre el gentío de otros deudores.
En unos pesa el deber
de pagar su alas.
Otros, queriendo o sin querer,
rinden cuentas de sus hojas.
En la columna del Debe,
todos los tejidos que hay entre nosotros.
Nada de pestañas, ni pedúnculos
que guardar para siempre.
El inventario es completo
y todo parece indicar
que nos quedaremos sin nada.
No consigo recordar
dónde, cuándo y para qué
permití que me abrieran
esta cuenta.
Llamamos alma
la protesta contra ello.
Y es lo único
que no está en el inventario.
Poema de Wislawa Szymborska
No Comments