El capitán no es el capitán…

Otro regalo, y otra bolsa pintada a mano. ¡Qué maravilla tener gente cerca que valore estos pequeños detalles!

Cada vez que cojo el pincel, aunque sea sólo un momento me sirve de cura para unas cuantas horas delante de una pantalla.

Esta vez, un poema de Lizano, mi favorito sin duda*. Unas pocas pabaras para recordarnos(me) a cada instante que somos mar. Que no se nos olvide. Que viva siempre Lizano y el mundo real poético.

* Aquí podeis ver otra ilustración con el mismo poema

Guardar

Guardar

No Comments

Post a Comment