Un bosque en la ciudad

Sí, un bosque en la ciudad, además en una de las ciudades más contaminadas de la península. Un bosque comestible que nació gracias al proyecto de un voluntario de libélula huerta. Con algunas dificultades para comenzar, pero finalmente con la cesión de un espacio municipal en el que pronto plantamos árboles, aromáticas… incluso una huertina que nos dio montones de tomates y acelgas. Un lugar que nació para reivindicar la soberanía alimentaria pero también para crear debate sobre el uso de los espacios comunitarios y públicos. El magnífico proyecto hizo que también echara una mano con la difusión y algunos de los carteles son creacion mia. Os dejo algunos aquí:

Y este mural, ya por encargo, contando la historia del bosque:

Durante esos años el proyecto no tiene siempre la misma participación ni respuesta del vecindario, pero lo maravilloso es que los árboles seguirán creciendo, y no me imagino mejor herencia que un bosque. Para tener más información entrad en el blog, una ventana virtual que va mostrando su evolución, y quien pueda que no deje de disfrutarlo en directo.

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